Entrevista a Roberto Fernández, gerente de la cooperativa Tinastur

Entrevista Roberto Fernández, gerente cooperativa Tinastur

ROBERTO EXPLICA POR QUÉ ASTURIAS NO APROVECHA SU RIQUEZA FORESTAL. «La política forestal no interesa porque los árboles no dan votos cada cuatro años».

Roberto Fernández, gerente de la cooperativa forestal Tinastur, instalada en La Curiscada. Es una de las firmas de referencia del sector forestal asturiano y el año pasado cumplió 30 años de existencia. Ahora, además de otros productos, la empresa está desarrollando una creciente línea de negocio con la construcción de viviendas unifamiliares con estructura de madera. Roberto Fernández, además, fue alcalde de Tineo en 1999.

Roberto Fernández Pérez, de 54 años, nacido en Sabadel de Troncedo (Tineo), es el gerente de la cooperativa Tinastur, una empresa de referencia del sector forestal asturiano instalada en el polígono de La Curiscada. Fue también alcalde de Tineo por el extinto partido independiente Unidad Campesina. Tinastur, creada en 1992, empezó haciendo repoblaciones y trabajos silvícolas. Ha sabido superar las distintas crisis, cambiando de producto según el momento. Hoy produce astillas para alimentar calderas de grandes edificios –un pellets rústico, digamos–, fabrica mobiliario público rústico y, desde hace unos años, hace todo tipo de viviendas con un sistema «de entramado ligero» que usa como base la madera. «Como las casas norteamericanas». Es una de las líneas de negocio que más crece. Las viviendas se construyen en menos tiempo, su acabado es idéntico a las de materiales convencionales y «son mucho más confortables, jamás verás una mancha de humedad». Fernández examina el panorama de su sector y esto es lo que ve:

«¿El sector forestal en Asturias? Uf. Esto da para hablar un día entero mano a mano. Pero a ver cómo te lo resumo. En la sociedad asturiana no hay cultura forestal. Salvo en la costa, con el eucalipto, los propietarios que tienen el suelo no ven en el cultivo forestal un provecho».

«Después hay una falta de interés por la política de desarrollo forestal. El monte no te da votos cada 4 años. La política forestal da réditos a muchos años vista y eso no ayuda. Como ejemplo tienes esta pasada legislatura, en la que los montes que gestiona el Principado prácticamente estuvieron abandonados. No hubo labores de silvicultura ni de repoblación. Además, el pino radiata, una de las especies que más demandamos los que fabricamos casas, mobiliario urbano, los que fabrican embalajes y palés, está siendo atacado por la banda marrón. Es una enfermedad que está acabando con él y, aunque hoy hay madera en el mercado, podemos quedarnos sin ella en unos años si no buscamos alternativas. El año pasado, la línea de ayudas a particulares para repoblaciones y trabajos de mantenimiento de silvicultura tuvo problemas y no salió. Es un cúmulo de despropósitos y de falta de interés total».

«Si esto responde a una línea de pensamiento político, o es simplemente dejadez, pues no lo sé. Igual es la dejadez, pero luego también pesa mucho el ecologismo urbano, que ve el medio rural de una manera que no se entiende. Pretenden que en el medio rural no se haga nada, que no se intervenga en los montes, que no se plante, que sólo se deje la regeneración natural. Consideran que el monte no puede ser maderable, ni aprovechable, no puede haber ningún rendimiento económico. Tampoco quieren que mucha gente viva en el campo. Cuantos menos, mejor. No sé qué pretenden que sea esto en el futuro. Tengo la duda de si esa corriente de pensamiento es la que va a regir el futuro del sector. Pero no te quepa duda de que en el Suroccidente no hay muchas más opciones que el forestal para desarrollar sectores económicos».

«Los incendios son provocados y ahí está el pirómano. Pero tienes que tener un monte gestionado y atendido de tal manera que puedas hacer frente a ese incendio. Si tú dejas Asturias como esos ecologistas urbanos quieren, sin que viva gente en los pueblos y sin intervenir en el monte, pues vas a dejar de tener los praos, las praderas naturales, que eran las que hacían de cortafuegos. Dejas también de tener accesos libres para poder andar por el monte y, entonces, pues un pirado, que siempre lo va a haber, pega fuego en Los Oscos y las llamas se van a plantar en Llanes».

«Eso hay que ponerlo así. Creo que la gente que de verdad sabe de este tema, los ingenieros de montes, no se atreven a opinar. Ya verás la de palos que me van a dar a mí cuando publiques tú eso. Y, mira, en la prevención de incendios hay que tener en cuenta muchos factores. Pero hay uno importante: hay que contar con la gente que sabe del tema. Y cuando tú mantienes una inversión en el monte y tienes cuadrillas de gente y empresas repoblando y limpiando el monte, eso es gente que va allí a diario a trabajar. Y si hay un día un fuego tienes de quien echar mano rápido».

«Por otro lado, a la hora de plantear o de programar hoy una repoblación de un monte habrá que tener en cuenta que en los pueblos no va a vivir nadie, que las praderas se van a acabar y, por tanto, habrá que diseñar esas plantaciones de cara al futuro que nos viene encima de cambio climático y social. Tú tendrás que hacer barreras cortafuegos naturales. Y tú si vas a plantar un monte de 2.000 hectáreas pues no podrás poner las 2.000 hectáreas de pino, de una especie maderera comercial, tendrás que meter bandas de frondosas que sean capaces de bajar los incendios de las copas y poder acometer los incendios».

«Y al mando de la extinción de un incendio yo creo que no siempre hay un ingeniero de montes jefe de zona, que es el que conoce el monte y el que sabe por dónde puede atacar ese incendio. Los incendios en el monte muchas veces se apagan con más fuego. Y hoy no hay nadie que se atreva a dar un contrafuego para pagar un fuego, porque está mal visto. Los incendios forestales, si no los han apagado la intervención rápida de las Brif y se desmadran y suben a las copas eso solo lo apaga el fuego. Tienes que saber dónde te apoyas, dónde tienes un cortafuego limpio, dónde tienes una mata de castaño, de frondosas, donde tú lo puedes esperar tranquilo. Pero todo eso hay que diseñarlo».

«Sí, se debería potenciar el sector forestal. ¿Pero, qué ocurre? En cualquier barrio de las principales ciudades de Asturias, cambias las aceras y las farolas y tú tienes equis votos. Pero vienes aquí, haces una repoblación en todo el Suroccidente de 10.000 hectáreas al año y tú no vas a tener más votos que los que tenías, porque somos los que somos y aquí estamos los que estamos. Qué te voy a contar que tú no veas a diario».

«Nosotros invertimos aquí, gastamos el dinero aquí porque nacimos aquí, porque era un sitio donde veías que ibas a tener materia prima. Pero ahora, si no encontramos alternativas a la banda marrón que está afectando a la población de pino radiata, vamos a quedar sin madera. Y comunicaciones tampoco tenemos. Mira, hace 24 años que se decidió paralizar la nueva carretera La Espina-Tineo, que venía con las variantes de los pueblos, porque decían que iba a seguir la autovía hasta Ponferrada. De eso hace 24 años. Media vida profesional de una persona y ni tenemos autovía ni la esperamos. Y ahora ves que te vas a quedar sin madera y sin carreteras, que tendrás que diversificar y dedicarte a otra cosa dentro de unos años para poder seguir adelante. Y estás en Tineo, no estás en Oviedo. Creo que fue tu periódico el que publicó hace años un artículo de un experto que decía que, en 50 años, el noventa y tantos por ciento de la población de Asturias iba a vivir en el triángulo central y en la rasa costera. Pues mira lo que nos espera a los demás. Creo que eso se va a cumplir».

Fuente: https://www.lne.es/asturianos/tineo/

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