La fábrica de Altri, 1,2 millones m3 de eucalipto al año
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La fábrica de fibra de Altri utilizará 1,2 millones de m3 de madera de eucalipto al año. La Xunta somete a información pública la solicitud de autorización ambiental, tras «enfocar» la pastera el acceso de la planta de Palas de Rei a fondos europeos.
Si Alfonso Rueda no salió con mal sabor de boca de su hasta la fecha única reunión con Pedro Sánchez fue, en gran medida, porque el presidente del Gobierno le aseguró que había «una probabilidad muy alta» de que el proyecto de fibra textil a partir de celulosa de Altri, en Palas de Rei (Lugo), optase a fondos Next Generation. Sánchez prometió que las «perspectivas» para el proyecto de la compañía portuguesa en suelo gallego eran «buenas». Corría el mes de julio de 2022. Más de año y medio después, todavía este lunes la Xunta, a través de un anuncio en el DOG de la Secretaría Xeral de Industria, sometió a información pública la solicitud de autorización ambiental integrada, el estudio de impacto ambiental, la declaración de utilidad pública y el proyecto, ‘Gama’, promovido por Greenfiber, sociedad en la que también participa Greenalia. La fábrica, que en su primera fase cuenta con una inversión de 900 millones de euros, y que se estima que generará 2.500 empleos (entre directos e indirectos), está un paso más cerca de hacerse realidad, a pesar del escaso apoyo del Gobierno a que optase a fondos europeos, como reclamó con insistencia la Xunta.
Fuentes de la pastera lusa indicaron recientemente a AGN que por fin habían conseguido «enfocar» su acceso a los Next Generation, mediante préstamos reembolsables, por un lado, y ayudas directas, por otro. Las expectativas de Altri están puestas en el Perte de descarbonización industrial. En todo caso, el de la financiación no es el único frente que ocupa a Altri. La exclusión de la última modificación del Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2021-2026 supone otra piedra en su tortuoso camino.
Rueda recordaba en un acto previo a la campaña del 18F, en la ciudad de Lugo, aquel encuentro en Moncloa con Sánchez —a quien pedirá una nueva reunión el próximo mes, en cuanto tome nuevamente posesión—: «Me dijo en ese estilo que tiene de decir las cosas: ‘Sí, presidente, no te preocupes’ [sobre el respaldo a Altri]. Le dije: ‘Lo voy a salir a contar’. ‘Sí, sí, sé a qué me estoy comprometiendo’». Resultó ser humo, criticaba Rueda a finales del pasado mes de enero. El ahora titular de la Xunta en funciones censuraba que el proyecto siguiera en un «cajón» del Ministerio correspondiente, el de Industria; y agradecía con retranca a Sánchez, «por lo menos, que no mienta por segunda vez».
Ahora, pasadas las elecciones, parece avanzar tímidamente el proyecto tractor más potente de los que diseñó la Xunta al calor de los fondos habilitados por Europa para recuperarse del impacto de la pandemia de Covid —en diciembre del 222 fue declarado, en Consello, proyecto industrial estratégico—. Fue el de Altri el que destacó, por encima del resto, Feijóo a Nadia Calviño, entonces vicepresidenta económica, cuando se reunieron en septiembre de 2021. Su responsable económico, Francisco Conde —revelaría Feijóo al anunciarse Palas como emplazamiento—, venía trabajando «con discreción» con Altri desde marzo de ese año. Calviño tardó más de cinco meses en responder, y ya empezó a percibirse, como mínimo, tibieza desde Moncloa; por más que Teresa Ribera, responsable de Transición Ecológica, le dijera también a Feijóo que el plan de Altri «encajaba» con los «planteamientos» de su departamento.
En San Caetano llegó a temerse seriamente (como en Oporto) por la viabilidad de la fábrica, porque los meses pasaban y el Gobierno no movía un papel. Para más inri, en noviembre del año pasado hubo relevo al frente de Industria. Llegó Jordi Hereu y se marchó Héctor Gómez —tras solo unos meses en el cargo, que había ‘heredado’ en marzo de Reyes Maroto—, quien apenas un mes antes había dejado buenas sensaciones a Rueda tras una reunión en la sede del ministerio. Hereu no supo hasta diciembre de la existencia de un proyecto que Ribera, criticó el PP, despejó durante una visita en campaña a Galicia asegurando que «no tocaba».
A la espera de que se concrete si Altri obtiene la financiación deseada, lo publicado este lunes en el DOG deja constancia de que la compañía lusa prevé producir inicialmente 250.000 toneladas de celulosa y 60.000 de lyocell (una fibra semisintética) al año; que a pleno rendimiento ascenderán, respectivamente, a 400.000 y 200.000 toneladas. Como materia prima básica, utilizaría en torno a 1,2 millones de metros cúbicos de madera de eucalipto, también al año. Esto da una medida del carácter circular del proceso que siempre ha defendido la Xunta.
El volumen de producción de la planta lleva aparejadas necesidades acordes. Un caudal de 46.000 m3 al día para «agua de proceso», que provendría del embalse de Portodemouros (Agolada, Pontevedra); 500 m3 diarios de agua potable (350 para aseo y consumo), que se captaría de pozos en la Finca de Quintas, donde se construirá, o del río Ulla; y 50 m3 para uso sanitario durante la fase de operación (de la red de un concello vecino). En cuanto al suministro eléctrico, precisará de una potencia de 5 MW, mediante una línea eléctrica soterrada a 15 kV, con origen en la subestación de Melide (La Coruña); para la estación de bombeo de captación de agua bruta, desde la fábrica partirán dos líneas de media tensión a 15 kV.
Las aguas residuales se tratarán en una estación de tratamiento (ETARi) con un caudal de vertido de 30.000 m3/día; las residuales sanitarias, en una depuradora con capacidad de 50 m3/día, que también asumiría las generadas durante las obras (350 m3/día); las de escorrentía potencialmente contaminadas, en la ETAR. Los puntos de vertido se proyectan en el Ulla.
El estudio de impacto ambiental estima que éste será «moderado» para infraestructuras de accesos y red de captación y vertido; la planta de ‘Gama’; y la línea de 15kv; y «compatible» si se aplican «medidas preventivas, correctoras y compensatorias».